Entrevista a Nicolás Fernández Guisado, presidente nacional de ANPE


12 Jun, 2021

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Entrevista a Nicolás Fernández Guisado, presidente nacional de ANPE

«Las leyes educativas no pueden tener nombres de ministros». Nicolás Fernández, presidente nacional del sindicato ANPE, fue entrevistado por Guadalupe Moral para El Periódico de Extremadura con motivo de las I Jornadas educativas de ANPE en Cáceres.

Un síntoma del poco consenso que existe entre los políticos a la hora de pensar en la educación es el nombre con el que se acaban conociendo a las leyes que se aprueban. La última fue la ‘Ley Wert’ y la nueva es la ‘Ley Celaá’. Esta última, de nombre oficial LOMLOE (Ley Orgánica de Modificación de la LOE), se aprobó sin consenso y se publicó en el BOE hace ya seis meses. También ha faltado «diálogo y debate con la comunidad educativa», critica Nicolás Fernández, presidente nacional del sindicato ANPE, que ayer celebró en Cáceres unas jornadas educativas para intentar mejorar la nueva legislación, en pleno desarrollo. La cita contó con el secretario general de Educación y los portavoces de la Comisión de Educación y FP del PSOE (Maribel García) y del PP (Óscar Clavell), entre otros. El presidente de ANPE Cáceres, Saturnino Acosta, destacó la dimensión educativa que suponía para la provincia y la comunidad "contar con ponentes de tanta relevancia".

-¿Qué persiguen estas jornadas una vez que la ley ya está aprobada?

-La ley está en el BOE, ya han pasado seis meses, corresponde su desarrollo y hay aspectos que son inminentes. Lo que pedimos es diálogo, compromiso e implicación con quien la tiene que poner en marcha que son los docentes, este es el objeto. 

-Dice que ha faltado diálogo y debate.

-La ley no pasó por el Consejo Escolar del Estado ni por el propio Consejo de Estado, ni en el Parlamento los representantes de las distintas organizaciones pudimos comparecer para dar nuestra opinión sobre una reforma que tiene trascendencia y un calado importante.

-¿Qué le parece a usted esta ley?

-Nosotros ponemos el acento en cuestiones tan fundamentales como la vertebración educativa. Tenemos un sistema educativo y ahora con el desarrollo curricular, tiene que ser un currículum coordinado para que no haya esas disgregaciones tan importantes entre unas comunidades y otras. También sobre las evaluaciones, las metodologías... Y apelamos a que haya ese diálogo para ir a un currículo mejor y que no nos perdamos en debates maniqueos entre conocimientos y competencias o en la memorización o no memorización. Te podrá gustar más o menos, pero cuando ya está aprobada, hay que aplicarla y estamos en disposición ahora de mejorarla en su desarrollo y aplicación.

-¿Qué cambios introduce?

-La desaparición del castellano como lengua vehicular es uno de los aspectos importantes. Y luego para los profesores hay dos cuestiones que son sustanciales en esta ley, porque las que hemos tenido hasta ahora se han olvidado de regular la situación de los docentes. En esta se dejan señaladas dos disposiciones, una sobre los profesores de Formación Profesional y otra para que se regule el acceso y el carácter de los cuerpos docentes, es decir, las características de los futuros profesores, que sean común para todos con independencia de que luego vayan a la pública o a la privada. Y luego para los que vayan a la pública que se desarrolle un estatuto de la profesión docente que regule entre otras cuestiones un acceso moderno, distinto al que hemos venido teniendo, y sobre todo una carrera profesional en España no tenemos, a diferencia de los países de nuestro entorno. No podemos reclutar al futuro profesorado con los mismos parámetros que hace 30 o 40 años, la sociedad ha cambiado mucho.

-Precisamente la escuela concertada es la más crítica con la Ley Celaá...

-La polémica viene porque se eliminó el artículo de la ley anterior de la demanda social de las familias y puede haber preocupación. En España con la ley del 85 se resolvió este asunto porque hacía compatible la libertad de elección y el derecho a la educación y así ha venido funcionando durante décadas. Pero creo que las dos últimas leyes han roto ese pacto, con la anterior ley del PP se crearon los centros de iniciativa social privada que podrían tener suelo público y ahora esta del PSOE con este cambio. Hay que garantizar el derecho a la libertad de elección y el derecho a la educación de todos y creo que muchas veces se lleva más a debates políticos que trasciende de la verdadera realidad educativa. 

-¿Será esta la ley educativa definitiva?

-Parece que no, porque el partido principal de la oposición anuncia que tan pronto como llegue al gobierno la va a cambiar. Ese es el problema de la falta de consenso. Las leyes educativas no pueden tener nombres de ministros, tienen que tener una vocación de estabilidad y perdurabilidad. En este país no somos capaces de sentar las bases de un acuerdo básico de estado, de mínimos, que diga qué modelo queremos. Esta ley tiene la misma estructura, el mismo modelo que la Logse de hace 30 años. ¿No somos capaces después de 30 años de cambiar cuestiones básicas como que un Bachillerato en lugar de 2 años tenga 3? ¿De extender ya la obligatoriedad de la enseñanza hasta los 18 años? Salvaría muchos problemas.

-¿Qué lecciones deja la pandemia en el sistema educativo?

-Lo mejor que ha dejado es el esfuerzo y el compromiso de las familias y del profesorado por sacar adelante una situación muy difícil. Es encomiable cómo desde que se decretó el cierre de los centros se puso todo le mundo en marcha para paliar los efectos , incluido las administraciones, aunque con mejor o menor acierto. Pero nadie estaba preparado para de la noche a la mañana mandar a nueve millones de alumnos a casa. No había herramientas digitales para todos, había muchos déficits. La lección que nos deja la pandemia es que hay que volver a la presencialidad y que efectivamente se ha producido un déficit en el aprendizaje y eso hay que recuperarlo. Por eso le decimos a las administraciones que este curso hicieron un esfuerzo para aportar profesores de refuerzo y bajar las ratios, que hay que mantener a ese personal. Hay que seguir potenciando los grupos de refuerzo, mucha gente que se ha podido quedar atrás y a esa alumno hay que recuperarlo. No puede ser una vuelta a un nuevo curso como si nada hubiera pasado. La educación no es un gasto, es una inversión y todas las administración deben mantenerlas ratios bajas y más docentes porque es mucho lo que nos jugamos en el futuro. 

El Periódico de Extremadura 05/06/2021

Fotografía: El Periódico de Extremadura