El desarrollo del curso 2019-2020 se ha visto bruscamente alterado por efecto del Covid-19, una emergencia sanitaria imprevista y traumática. Tras la suspensión de la actividad lectiva presencial, los centros educativos han continuado desarrollando sus actividades recurriendo a otras modalidades de enseñanza y aprendizaje. Tras las primeras semanas de trabajo educativo en condiciones extraordinarias, hay que destacar el gran esfuerzo realizado por el profesorado, el alumnado y el conjunto de la comunidad educativa para continuar su actividad formativa en estas condiciones anómalas.
La falta de experiencia en situaciones semejantes, tanto a escala nacional como internacional, provoca incertidumbres que no pueden soslayarse. No obstante, las Administraciones públicas deben dar respuesta a esta situación con rigor, mesura, responsabilidad y compromiso. Y en un país descentralizado como el nuestro, dicha respuesta debe estar necesariamente coordinada entre el Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) y las consejerías responsables de la educación de las Comunidades Autónomas. La comunidad educativa tiene necesidad de las mayores certezas posibles, para lo cual las administraciones deben realizar propuestas claras y realistas, aun dejando abierta la posibilidad de revisarlas si resultase necesario.
En estas circunstancias, el Ministerio de Educación y Formación Profesional y las consejerías responsables de la educación de las Comunidades Autónomas, en el seno de la Conferencia Sectorial de Educación, adoptan los siguientes acuerdos, que tienen por objeto orientar el desarrollo del tercer trimestre del curso 2019-2020 y el inicio del próximo curso 2020-2021.
