Teresa Hernández: "La vuelta a clase se ha planificado muy tarde" hoy en el especial de Nuevo Curso de El Periódico de Aragón.
– Como sindicato mayoritario de la educación pública a nivel estatal, ¿cómo veis desde ANPE Aragón este inicio de curso tan atípico por la situación sanitaria?
– Es una situación complicada y está creando gran incertidumbre entre toda la comunidad educativa, ya que el inicio de curso debería estar planificado hace meses. Pese a ello, valoramos que, aunque tarde, se hayan coordinado todas las comunidades autónomas con el ministerio, aunque hay aspectos muy importantes que echamos en falta y que son relevantes en el ámbito educativo. El 10 de julio, ANPE organizó una concentración frente al Departamento de Educación del Gobierno de Aragón para exigir esa planificación que no se ha conocido hasta la semana pasada, siendo el único sindicato que se movilizó.
– ¿Cuáles serían estos aspectos que no se han tenido en cuenta?
– Las medidas se centran en los aspectos sanitarios, que son muy importantes, pero se ha hablado poco o nada sobre la bajada de ratios. Ha habido un aumento de los profesores contratados pero no se ha planificado y no sabemos si será suficiente para cubrir las necesidades de los centros. Consideremos que tendría que haber una reducción horaria de los equipos directivos que están sobrecargados y deben poner en marcha los planes de contingencia a una semana del inicio de curso. Además de esto, se exige al profesorado unos conocimientos sanitarios que no tiene porqué tener. Desde ANPE, una de nuestras reivindicaciones de hace muchos años, es la implantación de la enfermera escolar en los centros educativos, que en estos momentos sería muy necesaria. Además de los recursos humanos, nos preocupa el desfase educativo curricular que ha habido en el último trimestre y al que ahora hay que hacer frente con los planes de refuerzo. Tampoco se han dado soluciones a las áreas instrumentales como E.F., Música, Tecnología o al área de Religión o Valores sociales. No hemos visto que se hable de ello, sino que se deja la pelota en el tejado de los docentes.
– ¿Existe miedo entre el profesorado a la vuelta a las aulas?
– Hay cierta preocupación, sobre todo, entre aquellos docentes que son personas de riesgo y que se tienen que incorporar al centro. No se han planteado alternativas, se está improvisando y en el momento en que surjan problemas puede que sea ya tarde. Lo mismo ocurre con la figura del coordinador covid-19 en los centros, que debe ser un docente pero no se plantea ni una reducción horaria ni que adquiera unos conocimientos sanitarios de los que no dispone para hacer frente a posibles casos.
– En cuánto a la posibilidad de tener que recurrir a la educación a distancia según evolucione la situación sanitaria, ¿qué carencias han detectado?
– Este verano se ha realizado una formación sobre la nueva plataforma del Gobierno de Aragón a la que han accedido unos 900 profesores, cuando somos más de 7.000 los que conformamos el cuerpo docente de la comunidad, porque no había plazas para todos y es necesaria más formación del profesorado en estas herramientas digitales. Entendemos que la situación es nueva para todos y que el Departamento de Educación ha trabajado durante todo el verano, pero creemos que se está improvisando y la Administración debería de ir un paso por delante de los acontecimientos.
– ¿Qué servicios ofrece ANPE a sus afiliados en Aragón?
– ANPE es un sindicato independiente Sólo de la enseñanza pública. A nivel nacional somos el sindicato mayoritario en la enseñanza pública, con 67.000 afiliados y sedes en todas las comunidades autónomas. Nuestra principal misión es solucionar los problemas y respaldar al profesorado a través de la negociación en mesas, en Aragón desde hace tiempo hay ausencia total de negociación, los sindicatos con representación, entre los que no está ANPE, aspiran a máximos difíciles de conseguir rompiendo los cauces de negociación en pro de ideologías políticas y la Administración se limita a informar, por lo que no se han conseguido mejoras reivindicadas para el profesorado y la educación desde hace casi una década. En las CCAA en las que ANPE tiene mayor representación en mesas de negociación se han conseguido importantes mejoras laborales para los docentes. Además, contamos con un servicio importante que nos identifica como es el Defensor del Profesor, presente en todas las comunidades y coordinado a nivel nacional. Es una figura que atiende directamente, tanto a nivel jurídico como psicológico, a los docentes que se encuentran con algún tipo de conflicto o problema en el aula, y con el que hemos logrado sentencias pioneras en cuestiones de acoso laboral o agresiones por parte de alumnado y familias. En Aragón demandamos hasta su implantación en 2012 la Ley de Autoridad Docente, gracias a la cual el docente cuenta con una especial protección como autoridad pública. También fuimos los primeros en Aragón en ganar la sentencia del reconocimiento de sexenios para los interinos. Nuestra asistencia jurídica, tanto a nivel autonómico como nacional, es muy importante.
– Al margen de la actual situación sanitaria, ¿qué otras reivindicaciones mantiene ANPE Aragón para una educación pública de calidad?
– Nuestra mayor lucha en Aragón es por la reducción del horario lectivo en Infantil y Primaria y la recuperación de las 18 horas en Secundaria, tal y como estaba antes de los recortes en educación de la última década, así como la reducción del horario lectivo para mayores de 55 años, una campaña que iniciamos el año pasado y que se ha visto interrumpida por la pandemia, pero con la actual situación sanitaria es todavía más necesaria si cabe. Ello repercutiría en una mejora de la Educación, ya que el docente no sólo debe dar clase, sino que debe atender a otras importantes necesidades del alumnado. Otra reivindicación con la que nos sentimos especialmente implicados, es la implantación de la jornada continua en Infantil y Primaria, que ha sido adoptada ahora como medida de seguridad en todos los centros pero de forma temporal. En este caso, exigimos cambios en los sistemas de votación de las familias en los centros para que sea más equitativos.
